Has visto a tu perro dándose un festín con una deliciosa y jugosa naranja sanguina, y estás pensando: "Un momento, ¿realmente es bueno para él?". Bueno, ¡vamos a verlo más de cerca!
¿Son tóxicas las naranjas sanguinas para los perros?
Vayamos al grano. Las naranjas sanguinas contienen una sustancia llamada ácido cítrico y algunos aceites esenciales que no son del todo inocuos para nuestros amigos peludos. Así que sí, en grandes cantidades, sin duda pueden ser perjudiciales para su perro. Pero no te preocupes, vamos a hablar de las raciones adecuadas.
¿Pueden los perros tomar naranja sanguina con moderación?
Un poco de esto, un poco de aquello. Al igual que los humanos, los perros a veces disfrutan de un toque de variedad en su dieta. Por eso, un trocito de naranja sanguina de vez en cuando no les vendrá mal, siempre que sea con moderación. Recuerda, ¡todo es cuestión de equilibrio!
Diferentes variedades de naranja sanguina
Hay distintas variedades de naranjas sanguinas, igual que hay distintas razas de perros. Algunas son más dulces, otras un poco más ácidas. Es importante saber qué tipo le das a tu amigo peludo, ya que algunas pueden contener un poco más de ácido que otras.
Reacciones alérgicas
Al igual que los humanos, los perros también pueden ser alérgicos a ciertos alimentos. Así que si observas que tu amigo de cuatro patas muestra un comportamiento extraño después de comer una naranja sanguina, quizá sea prudente no darle más.
Valores nutricionales de la naranja sanguina por 100 g
Bien, echemos un vistazo a lo que realmente contiene esa jugosa fruta. Por cada 100 gramos, una naranja sanguina aporta unas 43 calorías, un poco de fibra y, por supuesto, ese sabor refrescante que a todos nos encanta.
¿A qué debe prestar atención?
Antes de servir a tu amigo peludo un poco de naranja sanguina, debes prestar atención a algunas cosas. En primer lugar, retira la piel y las semillas, ya que pueden ser un peligro de asfixia. Y, de nuevo, ¡dásela con moderación!
Resumen
Entonces, ¿pueden los perros comer naranjas sanguinas? Bueno, sí y no. Un trozo pequeño de vez en cuando suele estar bien, siempre que se tengan en cuenta las raciones y las posibles alergias. Pero recuerde, ¡el equilibrio es la clave! Así que, la próxima vez que disfrutes de una naranja sanguina, no dudes en compartir un trocito con tu peludo compañero, pero sin pasarte.